martes, 1 de junio de 2010

EL BUEN PESCADOR

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“El gran atractivo de la pesca radica en que siempre estamos aprendiendo”
Theodore Gordon.
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La pesca es una pasión.

Algo que brota desde nuestros corazones nos hace pensar en pescar más de lo que pensamos en otras cosas. Esa fuerza que nos levanta cuando faltan horas para que salga el sol, que nos hace estar felices bajo la lluvia, que nos mantiene sonrientes así tengamos hambre, frío o calor, eso es la pesca. Una mezcla de sueños, historias, esperanzas y experiencias que nos retribuyen con una paz interior que sólo conocemos los pescadores cuando estamos en el agua.

La identificamos con ciertas cosas comunes a todos nosotros: La realizamos mediante unas prácticas, compramos y tenemos equipos para practicarla, nos especializamos en determinadas técnicas, viajamos, nos metemos al agua, capturamos peces, leemos sobre pesca, tenemos amigos pescadores y contamos historias de pesca, pero todo eso son cosas accesorias. Son importantes y necesarias para la pesca, pero no son la pesca. La pesca es esa llama que llevamos dentro y que nos hace llamarnos pescadores, es “eso” que nos diferencia de los demás mortales.

Crecer y desarrollarnos como mejores personas cada día es una característica de nosotros como seres humanos. Así como en nuestros trabajos nos esforzamos en ser cada día mejores profesionales o en nuestros hogares queremos ser mejores miembros de familia, en nuestra pasión por la pesca también queremos ser mejores pescadores cada día. Podemos asegurar que nos volvemos mejores pescadores en la medida en que dominamos mejores técnicas para capturar más peces, peces más grandes o peces más difíciles de pescar, también cuando adquirimos más conocimientos o cuando desarrollamos más nuestra sensibilidad hacia el pez y su entorno. Pero no nos basta con que aprendamos nuevas técnicas para pescar más, o con que compremos el último señuelo que salió al mercado.

No es suficiente con que nos esforcemos en ser mejores pescadores con un criterio a corto plazo, apenas para capturar más peces en la próxima salida a pescar. Hoy se hace necesario que seamos mejores pescadores en un sentido mucho más amplio y que nos de resultados permanentes. Nada conseguimos con ser más técnicos, ilustrados y sensibles, si en el futuro no vamos a tener qué pescar ni en donde pescar.

Un buen pescador, en todo el sentido de la palabra, es aquel que combina esas cualidades para capturar peces con un compromiso real y activo con el medio ambiente en el cual pesca. Esta es toda una forma nueva de pensar que los pescadores deportivos debemos asumir si queremos continuar disfrutando de nuestra afición en este mundo actual en el que nuestras aguas están cada día más amenazadas por los problemas ambientales, por el consumismo y la globalización, por la falta de leyes y regulaciones, por la ignorancia y la pobreza, y hasta por nuestra propia tendencia a desentendernos de la responsabilidad que nos corresponde como usuarios y beneficiarios de esos cursos de agua.

Nos llegó la hora de asumir nuestra responsabilidad si queremos pescar mañana. Si queremos continuar con nuestra pasión por la pesca y que nuestros hijos pesquen en el futuro, si queremos seguir disfrutando de la naturaleza y de ambientes de pesca puros, y si queremos ser cada día mejores pescadores, debemos poner nuestro propio empeño para que tengamos mañana peces y sitios en dónde pescar.

De esto se trata ser un buen pescador y de eso trata este libro. Ya estamos todos en el gratificante camino de desarrollarnos como mejores pescadores con nuevas técnicas y conocimientos prácticos cada día para capturar más peces, y no será acá donde nos digan cómo lanzar el señuelo debajo de una rama bajita a contracorriente o cómo recoger la línea de mosqueo en una laguna de páramo. En estos capítulos veremos cómo podemos contribuir para que la buena pesca nos dure toda la vida y se perpetúe para nuestros nietos mediante unos principios y unas prácticas que nos harán mejores pescadores y mejores personas.

Aunque hemos definido la pesca como una pasión, como algo superior a la práctica de pescar, de aquí en adelante la trataremos indistintamente de acuerdo con la característica que queramos resaltar en ese momento ya que la pesca es algo que relacionamos con muchos aspectos de nuestras vidas, como afición, práctica, hobby, conocimiento, oficio, sabiduría, deporte, terapia, profesión y hasta obsesión o adicción. La pesca es una pasión que nos desborda, como toda buena pasión.

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