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“Un verdadero conservacionista es una persona que sabe que el planeta no le fue heredado por sus padres, sino que lo tiene, por el momento, prestado de sus hijos”
~ Audobon
~ Audobon
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Como pescadores que somos, tenemos claro que los ríos, lagunas y costas deben estar en las mejores condiciones naturales para que allí encontremos peces para pescar. Si no fuéramos pescadores también estaríamos de acuerdo en que esas aguas deben mantenerse con el menor deterioro en bien de la salud del planeta y de los seres vivos que lo habitamos. Pero nos surgen algunos interrogantes sobre las atribuciones que tienen los diferentes beneficiarios de esos ríos, preguntas más de carácter ético que legal que deben ser absueltas con los ojos puestos en la función que tienen las aguas de mantener y regenerar el equilibrio natural de la Tierra.
Los ríos, lagunas y costas cumplen funciones muy importantes de territorialidad. Son importantes para los estados o las regiones, sobretodo las costas y en menor grado los ríos fronterizos. Será normal ver bases militares y puestos de control en algunos puntos.
Sirven para el transporte naval y fluvial. Esto implica que haya puertos en sus orillas y que por ellos transiten naves. Bien aprovechadas las aguas de ríos y lagunas sirven para generar energía eléctrica, y para crear distritos de riego.
Fuera de intereses sociales o políticos, sirven para muchísimas cosas. Los ríos generan y transportan agua dulce, las lagunas la almacenan. Ayudan a conservar los niveles de humedad del suelo y el ambiente de regiones enteras. Promueven la proliferación de fauna. Crean ecosistemas propios en los que se desarrollan variedades endémicas de plantas y animales. Ayudan a regular el clima y muchas otras cosas más, todas buenas para el mundo en que vivimos y por lo tanto para nosotros que lo habitamos (Y hasta dueños de él nos sentimos).
Podemos decir que tienen unas funciones sociales, políticas y naturales, todas de carácter general. El transporte es más barato por agua y eso genera beneficios para la economía en general; la energía y los distritos de riego benefician a comunidades enteras, los puestos de control militares o policiales son para beneficio de los estados. Los aportes de ríos, lagunas y costas a la naturaleza revierten en un mejor aire, unas mejores aguas, un mejor clima y una mayor biodiversidad que son patrimonio de toda la humanidad para beneficio de todos. Cuando menos para beneficio de una comunidad o de una nación, que eso ya es bastante gente.
LOS RÍOS, LAS LAGUNAS Y LOS MARES SON PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
¿Pero, sirven para explotarlos económicamente? ¿Sirven para que una persona se haga rica con lo que contienen? La respuesta es un rotundo: ¡NO!
LOS RÍOS, LAS LAGUNAS Y LOS MARES SIRVEN PARA PRODUCIR VIDA, PARA MANETENER EL AMBIENTE Y PARA DARLE BENEFICIOS A LA HUMANIDAD.
Un ecosistema es una unidad natural compuesta de todas las plantas, animales y micro-organismos de un área que funcionan junto con todos los factores no vivos del medio ambiente. Un ecosistema es una unidad de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat. Un hábitat es el ambiente que ocupa una población biológica . Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia.
Los ecosistemas tienen un equilibrio. Un equilibrio que se rompe fácilmente al meterle factores externos de presión. Hay ecosistemas más frágiles que otros. Los ecosistemas son productivos pero de una manera casi cerrada, resisten que se les saquen algunos elementos de algunas categorías o que se les inserten otros elementos, pero eso es bastante limitado.
Por ejemplo, pensemos en un caso hipotético: De un humedal determinado puedo sacarle un 10% de los juncos cada año y no va a haber mayor variación en cuanto a los niveles de agua o de vida que albergue permanentemente porque los juncos se alcanzan a reproducir y repoblarán las riberas del humedal, pero si le saco el 15% cada año vamos a tener un faltante anual de juncos del 5%, y en veinte años no va a existir ese humedal y se perderá mucho en biodiversidad y calidad de vida para quienes habitan esa zona.
De igual manera pasa con la pesca. Miremos otro ejemplo hipotético: Si se sacan más peces de los que un ecosistema puede regenerar de manera permanente, esas variedades de peces desaparecerán o disminuirán a niveles imperceptibles. Al eliminarse esos peces empezarán a proliferar otras especies de peces más pequeños que tendrán efectos desastrosos en las poblaciones de crustáceos y otras formas de vida pequeñas como insectos y larvas subacuáticas, que al acabarse generarán el incremento inusual de algunas plantas y algas que cubrirán por completo el espejo de agua, lo que determinará que se eliminen las corrientes que lo oxigenaban. Esto hará que surjan nuevas especies dominantes, como caracoles o larvas de otros insectos. Todo este cambio en la vida del agua afectará al bosque lo rodea al generar mayores cantidades de insectos que acabarán con algunas especies vegetales. De igual forma casi todos los animales de ese bosque migrarán al perder sus condiciones normales de vida, lo cual hará que un nuevo ciclo de destrucción y readaptación del hábitat se genere, siempre con gran deterioro en cantidad y calidad de vida.
Algo parecido sucederá si le metemos especies foráneas. Las truchas en los ríos de montaña de Suramérica acabaron con especies endémicas de peces y crustáceos, lo cual sin duda generó cambios hasta en la pureza del agua o el caudal de esos mismos ríos.
Los ríos, las lagunas y los mares tienen equilibrios propios. Cada río es diferente a otro. Cada río, cada lago, cada laguna, cada bahía, cada mar, tiene una cantidad de peces que pueden ser sacados sin que se afecte en su esencia el ecosistema, las cadenas tróficas y su productividad. Productividad de vida, influencia en el ambiente y beneficios para la humanidad.
La pesca comercial tiene una sóla finalidad que es generarle riqueza al dueño de la empresa pesquera. Para que le genere riqueza al dueño, la pesquera debe generar utilidades como negocio. Para que genere utilidades, se debe pescar por encima del punto de equilibrio ventas/gastos, es decir, se debe pescar mucho porque cada kilo de pescado que se saque, procese y venda, le dará más utilidades al dueño que el kilo anterior.
Los principios que manejan los pescadores comerciales son excluyentes de los principios de la conservación de los recursos y de los hábitats. Ningún empresario va a comprar barcos y a contratar pescadores y marineros para perder plata o para ganar poco. La idea universal para que una empresa se monte y se desarrolle es que esa empresa haga muy rico a su propietario, así piensa desde el dueño de una tienda de esquina de barrio, hasta el que compra acciones en Wall Street. Los grandes, medianos y pequeños industriales pesqueros, así como los pescadores comerciales a menor escala, todos tratarán de sacarle al agua todos los peces que puedan, no sólo porque mientras más saquen más ganan, sino porque ellos sí saben muy bien que mañana los peces se van a acabar y que sus empresas por consiguiente también lo harán.
Es lo mismo que si usted y yo nos asociamos y creamos una empresa para la venta de carne enlatada de águila y contratamos cazadores para que nos surtan. Con seguridad en un año no va a haber más águilas para procesar, y el dinero que ganamos en ese año nos tiene que servir para toda la inversión en infraestructura, en plantas de procesamiento, en el pago de sueldos y canales de distribución, para el pago de publicidad, impuestos y muchas otras cosas más, además de generarnos unas buenas ganancias para vivir holgadamente el resto de nuestras vidas. ¿Será válido que usted y yo nos hagamos ricos extinguiendo las águilas? ¿Más aun si sabemos de antemano que vamos a acabar con ese recurso natural? ¿Es un negocio justo con la competencia que cría, alimenta y engorda aves de corral durante meses para vender un producto similar al nuestro? Estas son las mismas preguntas que habremos de hacernos respecto de la pesca comercial.
LA PESCA COMERCIAL NO ES SOSTENIBLE EN UN MEDIO NATURAL.
La pesca comercial sólo es viable de la misma manera que la ganadería: Mediante la cría y engorde de los animales para sacrificarlos después y venderlos (Y ganar plata).
“Sólo después de que el último árbol haya sido talado.
Sólo después de que el último río haya sido envenenado.
Sólo después de que el último pez haya sido capturado y matado.
Sólo en ese momento sabremos que el dinero no se puede comer”
~ Profecía de los indígenas Nehiyaw - S.XVII (Native Cree Prophecy)
Ya hay muchos ejemplos, pero mientras sea más barato arrancarle la vida al mar o a los ríos, esa “ganadería alternativa” (Criadero de peces) no será buen negocio. El salmón de granja chileno es buen negocio porque el salmón del atlántico está protegido por leyes y el salmón del pacífico ya es bastante escaso, de modo que hacer una industria de salmón producido por el hombre es buen negocio.
Un caso bien distinto es el del bagre y el bocachico del Magdalena. En Colombia ya los acabamos, entre otras cosas porque la temporada de pesca era durante la famosa “subienda”, cuando los peces subían por los ríos a desovar, de modo que nos comimos no sólo los peces de esa temporada sino de las siguientes. Ahora comemos bagre tailandés de criadero y bocachico argentino de criadero. Y aún siguen los mismos pescadores artesanales-comerciales, cada vez más muertos de hambre, sacándole al Magdalena los pocos y pequeños nicuros que le quedan, hasta se acaben y los tengamos que importar de África (de criadero), y los pescadores se tengan que dedicar a sacar piedras del río, que será lo único que quede en el futuro.
Peces grandes de sus especies ya sólo se encuentran en algunos ríos del planeta contados con la palma de la mano. Muchas especies han sido aniquiladas en sus hábitats por todo el mundo. El atún está por desaparecer, las sardinas también; de ambas especies se calcula que sólo queda el 10% de lo que había hace 10 años. ¿Culpa del Sushi? No. Culpa de todos nosotros que seguimos comiéndonos los últimos atunes y no exigimos que nos den atún de granja, que ya existe. Y el problema es el mismo, si es más barato sacar del mar mil atunes, así no sean míos sino de toda la humanidad, que comercializar el atún de criadero, vamos a seguir comiéndonos los últimos atunes sin darnos cuenta. Bueno, ya nos damos cuenta pero nos los seguimos comiendo.
Los ríos, lagunas y costas son de todos, y es derecho de todos el poderlos disfrutar, así como es deber de todos protegerlos. ¿Cómo los disfrutamos? Viajando, haciendo turismo ecológico, practicando deportes acuáticos que no dañen el medio ambiente, paseando, practicando una pesca deportiva responsable, haciendo picnic o camping, tomando fotografías, buceando y mil formas más. Para eso son los ríos, las lagunas y los mares.
En la medida en que más los disfrutemos en actividades que no los dañen, más los estaremos cuidando, por el sólo hecho de disfrutarlos. Nadie va a ir a bucear a un arrecife lleno de basura y con los corales muertos. Nadie va a ir a esquiar a una laguna que huela a podrido. Nadie va a pescar a un río que no tenga peces. Nadie va a hacer camping a un bosque lleno de basura y sin árboles ni animales. Los usuarios los cuidaremos porque los queremos intactos para disfrutarlos. Además los usuarios generaremos un desarrollo del turismo ecológico que hará que los lugareños que antes pescaban comercialmente o que botaban basura al mar, ahora cuiden del ecosistema para atraer más turistas ecológicos que les generen mejores ingresos. Este es el punto central de todo esto.
Usar esos recursos naturales con inteligencia, con compromiso y de una forma responsable con el planeta.
Los ríos, lagunas y costas cumplen funciones muy importantes de territorialidad. Son importantes para los estados o las regiones, sobretodo las costas y en menor grado los ríos fronterizos. Será normal ver bases militares y puestos de control en algunos puntos.
Sirven para el transporte naval y fluvial. Esto implica que haya puertos en sus orillas y que por ellos transiten naves. Bien aprovechadas las aguas de ríos y lagunas sirven para generar energía eléctrica, y para crear distritos de riego.
Fuera de intereses sociales o políticos, sirven para muchísimas cosas. Los ríos generan y transportan agua dulce, las lagunas la almacenan. Ayudan a conservar los niveles de humedad del suelo y el ambiente de regiones enteras. Promueven la proliferación de fauna. Crean ecosistemas propios en los que se desarrollan variedades endémicas de plantas y animales. Ayudan a regular el clima y muchas otras cosas más, todas buenas para el mundo en que vivimos y por lo tanto para nosotros que lo habitamos (Y hasta dueños de él nos sentimos).
Podemos decir que tienen unas funciones sociales, políticas y naturales, todas de carácter general. El transporte es más barato por agua y eso genera beneficios para la economía en general; la energía y los distritos de riego benefician a comunidades enteras, los puestos de control militares o policiales son para beneficio de los estados. Los aportes de ríos, lagunas y costas a la naturaleza revierten en un mejor aire, unas mejores aguas, un mejor clima y una mayor biodiversidad que son patrimonio de toda la humanidad para beneficio de todos. Cuando menos para beneficio de una comunidad o de una nación, que eso ya es bastante gente.
LOS RÍOS, LAS LAGUNAS Y LOS MARES SON PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
¿Pero, sirven para explotarlos económicamente? ¿Sirven para que una persona se haga rica con lo que contienen? La respuesta es un rotundo: ¡NO!
LOS RÍOS, LAS LAGUNAS Y LOS MARES SIRVEN PARA PRODUCIR VIDA, PARA MANETENER EL AMBIENTE Y PARA DARLE BENEFICIOS A LA HUMANIDAD.
Un ecosistema es una unidad natural compuesta de todas las plantas, animales y micro-organismos de un área que funcionan junto con todos los factores no vivos del medio ambiente. Un ecosistema es una unidad de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat. Un hábitat es el ambiente que ocupa una población biológica . Es el espacio que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda residir y reproducirse, perpetuando su presencia.
Los ecosistemas tienen un equilibrio. Un equilibrio que se rompe fácilmente al meterle factores externos de presión. Hay ecosistemas más frágiles que otros. Los ecosistemas son productivos pero de una manera casi cerrada, resisten que se les saquen algunos elementos de algunas categorías o que se les inserten otros elementos, pero eso es bastante limitado.
Por ejemplo, pensemos en un caso hipotético: De un humedal determinado puedo sacarle un 10% de los juncos cada año y no va a haber mayor variación en cuanto a los niveles de agua o de vida que albergue permanentemente porque los juncos se alcanzan a reproducir y repoblarán las riberas del humedal, pero si le saco el 15% cada año vamos a tener un faltante anual de juncos del 5%, y en veinte años no va a existir ese humedal y se perderá mucho en biodiversidad y calidad de vida para quienes habitan esa zona.
De igual manera pasa con la pesca. Miremos otro ejemplo hipotético: Si se sacan más peces de los que un ecosistema puede regenerar de manera permanente, esas variedades de peces desaparecerán o disminuirán a niveles imperceptibles. Al eliminarse esos peces empezarán a proliferar otras especies de peces más pequeños que tendrán efectos desastrosos en las poblaciones de crustáceos y otras formas de vida pequeñas como insectos y larvas subacuáticas, que al acabarse generarán el incremento inusual de algunas plantas y algas que cubrirán por completo el espejo de agua, lo que determinará que se eliminen las corrientes que lo oxigenaban. Esto hará que surjan nuevas especies dominantes, como caracoles o larvas de otros insectos. Todo este cambio en la vida del agua afectará al bosque lo rodea al generar mayores cantidades de insectos que acabarán con algunas especies vegetales. De igual forma casi todos los animales de ese bosque migrarán al perder sus condiciones normales de vida, lo cual hará que un nuevo ciclo de destrucción y readaptación del hábitat se genere, siempre con gran deterioro en cantidad y calidad de vida.
Algo parecido sucederá si le metemos especies foráneas. Las truchas en los ríos de montaña de Suramérica acabaron con especies endémicas de peces y crustáceos, lo cual sin duda generó cambios hasta en la pureza del agua o el caudal de esos mismos ríos.
Los ríos, las lagunas y los mares tienen equilibrios propios. Cada río es diferente a otro. Cada río, cada lago, cada laguna, cada bahía, cada mar, tiene una cantidad de peces que pueden ser sacados sin que se afecte en su esencia el ecosistema, las cadenas tróficas y su productividad. Productividad de vida, influencia en el ambiente y beneficios para la humanidad.
La pesca comercial tiene una sóla finalidad que es generarle riqueza al dueño de la empresa pesquera. Para que le genere riqueza al dueño, la pesquera debe generar utilidades como negocio. Para que genere utilidades, se debe pescar por encima del punto de equilibrio ventas/gastos, es decir, se debe pescar mucho porque cada kilo de pescado que se saque, procese y venda, le dará más utilidades al dueño que el kilo anterior.
Los principios que manejan los pescadores comerciales son excluyentes de los principios de la conservación de los recursos y de los hábitats. Ningún empresario va a comprar barcos y a contratar pescadores y marineros para perder plata o para ganar poco. La idea universal para que una empresa se monte y se desarrolle es que esa empresa haga muy rico a su propietario, así piensa desde el dueño de una tienda de esquina de barrio, hasta el que compra acciones en Wall Street. Los grandes, medianos y pequeños industriales pesqueros, así como los pescadores comerciales a menor escala, todos tratarán de sacarle al agua todos los peces que puedan, no sólo porque mientras más saquen más ganan, sino porque ellos sí saben muy bien que mañana los peces se van a acabar y que sus empresas por consiguiente también lo harán.
Es lo mismo que si usted y yo nos asociamos y creamos una empresa para la venta de carne enlatada de águila y contratamos cazadores para que nos surtan. Con seguridad en un año no va a haber más águilas para procesar, y el dinero que ganamos en ese año nos tiene que servir para toda la inversión en infraestructura, en plantas de procesamiento, en el pago de sueldos y canales de distribución, para el pago de publicidad, impuestos y muchas otras cosas más, además de generarnos unas buenas ganancias para vivir holgadamente el resto de nuestras vidas. ¿Será válido que usted y yo nos hagamos ricos extinguiendo las águilas? ¿Más aun si sabemos de antemano que vamos a acabar con ese recurso natural? ¿Es un negocio justo con la competencia que cría, alimenta y engorda aves de corral durante meses para vender un producto similar al nuestro? Estas son las mismas preguntas que habremos de hacernos respecto de la pesca comercial.
LA PESCA COMERCIAL NO ES SOSTENIBLE EN UN MEDIO NATURAL.
La pesca comercial sólo es viable de la misma manera que la ganadería: Mediante la cría y engorde de los animales para sacrificarlos después y venderlos (Y ganar plata).
“Sólo después de que el último árbol haya sido talado.
Sólo después de que el último río haya sido envenenado.
Sólo después de que el último pez haya sido capturado y matado.
Sólo en ese momento sabremos que el dinero no se puede comer”
~ Profecía de los indígenas Nehiyaw - S.XVII (Native Cree Prophecy)
Ya hay muchos ejemplos, pero mientras sea más barato arrancarle la vida al mar o a los ríos, esa “ganadería alternativa” (Criadero de peces) no será buen negocio. El salmón de granja chileno es buen negocio porque el salmón del atlántico está protegido por leyes y el salmón del pacífico ya es bastante escaso, de modo que hacer una industria de salmón producido por el hombre es buen negocio.
Un caso bien distinto es el del bagre y el bocachico del Magdalena. En Colombia ya los acabamos, entre otras cosas porque la temporada de pesca era durante la famosa “subienda”, cuando los peces subían por los ríos a desovar, de modo que nos comimos no sólo los peces de esa temporada sino de las siguientes. Ahora comemos bagre tailandés de criadero y bocachico argentino de criadero. Y aún siguen los mismos pescadores artesanales-comerciales, cada vez más muertos de hambre, sacándole al Magdalena los pocos y pequeños nicuros que le quedan, hasta se acaben y los tengamos que importar de África (de criadero), y los pescadores se tengan que dedicar a sacar piedras del río, que será lo único que quede en el futuro.
Peces grandes de sus especies ya sólo se encuentran en algunos ríos del planeta contados con la palma de la mano. Muchas especies han sido aniquiladas en sus hábitats por todo el mundo. El atún está por desaparecer, las sardinas también; de ambas especies se calcula que sólo queda el 10% de lo que había hace 10 años. ¿Culpa del Sushi? No. Culpa de todos nosotros que seguimos comiéndonos los últimos atunes y no exigimos que nos den atún de granja, que ya existe. Y el problema es el mismo, si es más barato sacar del mar mil atunes, así no sean míos sino de toda la humanidad, que comercializar el atún de criadero, vamos a seguir comiéndonos los últimos atunes sin darnos cuenta. Bueno, ya nos damos cuenta pero nos los seguimos comiendo.
Los ríos, lagunas y costas son de todos, y es derecho de todos el poderlos disfrutar, así como es deber de todos protegerlos. ¿Cómo los disfrutamos? Viajando, haciendo turismo ecológico, practicando deportes acuáticos que no dañen el medio ambiente, paseando, practicando una pesca deportiva responsable, haciendo picnic o camping, tomando fotografías, buceando y mil formas más. Para eso son los ríos, las lagunas y los mares.
En la medida en que más los disfrutemos en actividades que no los dañen, más los estaremos cuidando, por el sólo hecho de disfrutarlos. Nadie va a ir a bucear a un arrecife lleno de basura y con los corales muertos. Nadie va a ir a esquiar a una laguna que huela a podrido. Nadie va a pescar a un río que no tenga peces. Nadie va a hacer camping a un bosque lleno de basura y sin árboles ni animales. Los usuarios los cuidaremos porque los queremos intactos para disfrutarlos. Además los usuarios generaremos un desarrollo del turismo ecológico que hará que los lugareños que antes pescaban comercialmente o que botaban basura al mar, ahora cuiden del ecosistema para atraer más turistas ecológicos que les generen mejores ingresos. Este es el punto central de todo esto.
Usar esos recursos naturales con inteligencia, con compromiso y de una forma responsable con el planeta.
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